Hace falta ser cínico y mentiroso…


Tras lo que hemos conocido en estos días culminado con las declaraciones de ayer jueves 9 de noviembre de 2023 tan solo se me ocurre que hay que tener un gran cinismo y ser un mentiroso convulsivo para acceder al poder.

No hace falta dar nombres porque cualquiera que lea esto sabrá fácilmente a quién me refiero, máxime cuando es ya la segunda vez que ocurre. Primero fue «Nunca pactaré con Podemos, sería incapaz de dormir…». De seguido: «Nunca pactaré con Bildu, ¿cuántas veces hace falta que se lo diga, dos, tres, cuatro, cinco veces?». Pero sí lo hizo, una cosa y la otra y con el menor número de diputados propios en la historia de España alcanzó el poder… Gracias a todo ello nuestro país alcanzó cinco años de prosperidad, progresismo, divisiones, malos modos, juras de la Constitución barriobajeras, fallecimientos masivos e incapacidades por la epidemia de COVID-19 que no tendrían que haberse producido si se hubiesen atendido las continuas advertencias de la OMS ya en enero, febrero y marzo de 2020. Pero como el personaje es listo por naturaleza tuvo el descaro de decir en el Congreso «Viva el 8-M», aquélla manifestación neofeminista que fué una fuente de contagios masivos. Y no solo ello si no algo que también dio pie a multitud de negocios fraudulentos con las mascarillas que no servían (¿no es así Señor Ministro de Sanidad de aquella época?), 300 millones y pico de euros tirados, como poco, sanitarios sin protección, ¿vale la pena recordarlo?. Progresismo a todas luces, algo que se tradujo en creciente inflación, empobrecimiento progresivo y masivo de los españoles, algo que continúa e irá a más a la vista de lo que ahora se ha pactado. 23 Ministerios inútiles, en su mayoría. Cientos de miles de neofuncionarios que, por cierto, tan solo han complicado los trámites burocráticos que antes se resolvían en horas, jubilados que no pueden serlo porque nadie les atiende. Falso ecologismo, con viajes a todo trapo (económico y contaminador), en fin ¿para qué seguir?, todos lo conocemos.

Y ahora una nueva era que presumiblemente comenzará la próxima semana. «Jamás indultaré a los golpistas», «Traeré a Puigdemont a España para que sea juzgado, por sedición y malversación»…, bla, bla, bla… Memoria democrática que es falsa y engaña a los nacidos en los últimos treinta años. Hoy digo A y mañana digo B. ¿Por?. Pues porque cambié de opinión, no porque ayer mintiese. Y así una y otra vez. «He vuelto a ganar las elecciones». Otra mentira, a menos que se hubiese presentado con el PNV, ERC, Junts, Bildu, BNG, etc. Y alguna gente se lo cree, como la Sra. Ministra de Educación que atribuye a la «ultraderecha» todos los desmadres que puedan producirse, porque Feijóo está rabioso, o lo que sea, por no haber ganado las elecciones. Y la gente se lo cree, mientras el líder supremo se dirige bamboleando cuál modelo de pasarela a su público fiel.

Y todo ello ¿en qué se va a traducir?. Nadie puede saberlo aún, aunque se presume que de nuestros bolsillos, cada día más pobres, alimentaremos las ideas falsas y arcaicas de unos cuantos, no todos afortunadamente, que dicen ser independientes y no tienen étnicamente nada que ver con ese país que se llamaba España y que ya en 1500 era el más importante del mundo, de sol a sol, de América a Filipinas, lugares en los que se realizó una importantísima labor de culturización e incluso mestizaje. Pero todo eso no es, actualmente, progresismo si no genocidio.

¿Y qué decir de los animales como seres sintientes?. Lo son, adoro a los animales, excepto a las ratas, pero también los vegetales sienten y sufren cuando se les maltrata, hoy se sabe científicamente. Pero ¿sirve ello para promulgar leyes disparatadas?. Sí sirve, para que el líder supremo se mantenga en el poder y pueda, entre otras muchas cosas, ceder el Sahara occidental a un país usurpador sin que nadie aquí lo supiese. Por si hubiese dudas de lo que digo, ayer mismo me contó una campesina que fué a comprar unas gallinas y le obligaron a descargar un documento de Internet y firmarlo. Así es el poder, y a él quiere acceder de nuevo sin haberlo ganado el ilustre e ilustrado «ganador de las elecciones» que engaña a los propios afiliados de su partido presentándoles un documento para que voten Sí o No a la formación de una coalición gobernante con SUMAR y otros partidos, ocultando en ese documento el pacto con Puigdemont. Ganó el Sí, claro, porque hay que continuar con el progresismo y viviendo del cuento.

Y hace unos minutos conozco que el líder supremo acaba de firmar un pacto con el PNV en el que otras cosas se va a reconocer a las Provincias Vascongadas como Nación. O sea que ya tenemos tres Naciones en lo que antes era la Península Ibérica, además de Portugal. Lo firmó con Ortúzar, palabra tomada del gallego «O Túzaro». ¿Con quén vas falar hoxe?, pois con O Túzaro. Estás tolo, con ese non se pode falar, sempre fai o que lle da a gana ou non che contesta. Bueno, ainda así vou intentalo.

En fin, ¿hace falta ser más cínico o mentiroso?. Pues a lo mejor sí, ya lo veremos… e O Túzaro que lle den….


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