En un escrito de ayer mismo, antes de Eurovisión, hacíamos referencia al grado de degradación, en todos los sentidos al que está llegando este país que ya no tiene nada que ver con aquel en el que mi generación se crió y levantó desde las ruinas. Esa degradación cultural y moral, sobre todo, se ha podido comprobar viendo el espectáculo que ayer noche emitió nuestra inefable TVE desde Suecia. Me refiero al llamado festival de Eurovisión, pura chabacanada por utilizar un término suave.
¿Por qué digo esto?. Pues comencemos con el grupo que nuestro culto, musicalmente hablando, jurado de TVE escogió en el Festival de Benidorm para que representase a nuestro país en Eurovisión. Desconozco las razones por las que se escogió esa canción, chabacana a más no poder, interpretada además por una señora sin voz ni aspecto (y no lo digo por ofenderla, si ello le permitió hacer dinero hizo bien en actuar, pero me pareció una pura grosería, todo) y en la que participaban dos acompañantes que hacían relucir el espectáculo luciendo de forma más que grosera (de nuevo grosería) sus nalgas entangadas. ¿Había necesidad de ello para darle más énfasis a la canción?. Pues probablemente sí a ojos del jurado de TVE que escogió a ese grupo, pero no a ojos de los votantes europeos y no europeos, españoles incluídos, como quedó bien reflejado en el escasísimo número de votos que les otorgaron, de forma que el citado grupo acabó relegado al puesto 34 entre 37 participantes. Todo un éxito.
Pero el problema no es solo español, por lo que ayer se vió y escuchó. Salvo dos o tres países, sobre todo Israel, el mejor o la mejor, el resto de participantes ni cantaron ni actuaron. La mayoría de las canciones presentadas llevaban como ritmo un insoportable Chunda, chunda, chunda…. sin melodía. Si eso es música vamos apañados. Nada que ver con los Festivales de hace 50 años o más. Y respecto a los y las cantantes quién podría compararlos con Serrat, Mocedades, Nino Bravo, Amancio Prada, Elvis Presley, Neil Sedaka, Paul Anka y tantos otros extranjeros y españoles que no tenían necesidad de recurrir a extravagancias para que se notase que había alguien haciendo que cantaba. En fin, este es el mundo de la cultura, como es ya una imposición, y no el de los músicos de verdad, escritores, pintores, etc. Así estamos.
Pero la historia no queda ahí. En mi opinión y en la de muchos, quien interpretó una auténtica melodía con elegancia real y sin aspavientos sin sentido fue la representante de Israel, quien, sin embargo, recibió mientras actuaba cantidad de abucheos a cargo del público presente (sin duda previamente condicionado como la inefable Greta que siempre tiene que hacerse notar aunque acabe detenida como ayer le ocurrió). Y para colmo, o como muestra de hacia donde vamos, hoy mismo la prensa española cita unas declaraciones de la ilustrada Vicepresidenta segunda del Gobierno quien anuncia que «estudia medidas contra RTVE por apoyar un acto de propaganda en medio de un genocidio…». Se refiere, claro está a la participación de Israel en el Festival, aunque me entra la duda de si no se referiría al video lanzado ayer mismo, antes del Festival, por Hamás en el que aparecía un rehén israelí de 51 años, con la cara mostrando daños, dando su nombre, tras lo que Hamás decía que había fallecido tras un ataque israelí (¿alguien se lo cree?). Pero como los disparates no se dan de forma aislada, otra ilustre, en este caso la autora de la fantástica Ley del Solo Sí es Sí, la acaudalada Irene Montero, marquesa de Galapagar, también participó del disparate pidiendo la dimisión de la Jefa de la Delegación de RTVE en Eurovisión por no oponerse a la actuación de Israel en el Festival, así como pidiendo al fantástico grupo español participante que no actuase en dicho festival. Afortunadamente nuestra cultura política no se quedó sola ya que la TV belga cortó la transmisión del concurso cuando era el turno de la representante de Israel. Ante todo ello solo se me ocurre pensar en cuanto habrá disfrutado Hitler desde el infierno en el que se encuentre, o dondequiera que esté, escuchando o leyendo toda esta colección de incongruencias.
Curiosamente el público español concedió la máxima puntuación a Israel, así estamos, los dirigentes por un lado y los votantes por el opuesto.
En fin, el mundo al revés. Ahora va a resultar que Hitler y la Alemania nazi eran unos angelitos injustamente destruidos.
Para que no haya dudas vuelvo a repetir que no me gusta lo que está ocurriendo en Gaza y lo lamento de verdad por los pobres inocentes que allí están sufriendo sin culpa, pero también entiendo la lucha de Israel por evitar su exterminio tan solo motivado por cuestiones fanático-religiosas. Y todo ello no tiene nada que ver con que una artista como la de ayer haya destacado por su elegancia y sentido musical, frente a una colección de payasos sin gracia ni estética, musicalmente hablando y con faldas y a lo loco, como la película de hace unos años.
Jesús Devesa
3 respuestas a “Ya lo decíamos ayer”
Magnífica crítica y valoración de la payasada de ayer en Eurovision, salvo escepciones dignas de mencion: Israel, Francia, Portugal y nadie más.
De acuerdo a tope.
Desde hace tiempo, el festival de Eurovision fue decayendo estrepitosamente. ¿Cuando ganó
Massiel con el La,la,la? El 68,y lo digo con rotundidez supina porque nos cogió en Roma en el viaje de fin de carrera. Desde entonces la cuestión fue decayendo hasta el momento actual,pero viendo los organizadores que eligen la canción, el/la/lo que lo eligen, por mucha cosa rica que se coma,el resultado es el mismo:caca. Estoy en todo de acuerdo con el autor del escrito, aparte de traerme gratos recuerdos sus apellidos. Un «beso» muy fuerte a los Culoboys,y un consejo:Terminar con Eurovision.
Muchas gracias Federico. ¿Por qué mis apellidos traen gratos recuerdos?. Me surgió curiosidad ante esa afirmación.
Un saludo.
Jesús Devesa