Vergonzoso e indignante


Ayer tuve la desgracia de ver el combate dialéctico entre Donald Trump, si Vicepresidente Vance y el Presidente de Ucrania, Sr. Zelenski. Realmente no hay palabras para describir el espectáculo tan bochornoso vivido. Que Trump es un vividor lo sabemos desde hace años, pero que carezca de la más mínima dignidad se suponía pero ayer quedó demostrado. Así la prensa de hoy, de todo el mundo se hace eco de lo que ayer se representó frente a las cámaras de televisión. Como para estar orgulloso, y sin embargo lo estaba ya que al finalizar esa entrevista el propio Trump afirmó que había sido un “un buen espectáculo televisivo”. Indigno, grosero, denigrante, pero algo propio de ese personaje que se caracteriza, físicamente, por una marcada obesidad y una voz y tono ridículos hasta más no poder. Da grima verle hablando, aunque él esté convencido, solo así se explica, de que es el no va más.

¿En qué cabeza cabe recibir a un dignificación mandatario extranjero, que solo lucha por su país y sus gentes, frente a cámaras de TV quizás para demostrar que el susodicho Trump es un ente especial. De hecho lo es, ha dado ya muchas muestras de ello, antes y ahora, pero sinceramente lo de ayer no tiene sentido. Es vergonzoso y denigrante, así el pobre Sr. Zelenski iba mostrando cada vez más, a medida avanzaba no la conversación si no los insultos, una cara lívida, con tics producto de su impotencia. Quizás cuando empezó el show debiera haberse marchado para no aguantar el cúmulo de impertinencias aderezadas con gritos e insultos, y no solo por parte de Trump, que ya le conocemos, si no también por su Vicepresidente Vance.

De verdad que es imposible de entender, a menos que tras todo ello exista un pacto secreto entre Trump y Putin para hacerse no solo con Ucrania si no también con Europa. Curioso, porque de siempre la Unión Soviética, ahora Rusia, fué enemigo acérrimo de Norteamérica. Apoya al régimen dictatorial y asesino de Maduro en Venezuela, apoya al régimen totalitario que desde hace ya muchos años rige en Cuba, apoya a los locos aún más dictatoriales de Nicaragua. ¿Y qué hace Trump?, pues parece que entra en el juego. De tratar de ponerle precio a la captura de Maduro, parece que ha entrado en negociaciones por el petróleo y quizás algo más. No lo entiendo, esta Norteamérica no es la que yo conocí hace años y en varias ocasiones. Pero es que además Trump, como la mayoría de los norteamericanos, con la excepción de los antiguos aborígenes indios, prácticamente ya exterminados, y los inmigrantes de muchos países, sobre todo Latinoamérica, es de origen europeo, escocés concretamente. ¿ Cómo se explica que ahora se enfrente, o pretenda hacerlo, con sus orígenes?. Solo una mente desequilibrada puede actuar así.

Le llamó al Sr. Zelenski dictador, tiene narices la cosa, le dijo que él había iniciado la guerra, más narices todavía, ignorando intencionadamente (o quizás no por falta de conocimientos) que fué Rusia quien la empezó, y ya no ahora si no en 2014 cuando se apropió de Crimea. Y desconoce que Rusia nació a partir de Ucrania, hace ya muchos siglos, de lo que era Kiev concretamente. E ignora las matanzas indiscriminadas al comienzo de la guerra. Véase lo ocurrido en Bucha, donde cientos de inocentes de todas las edades fueron asesinados con total tranquilidad.

Me consta que un porcentaje elevado de la población rusa no quiere la guerra, esa guerra, pero a Putin en su afán imperialista le tienen sin cuidado esas opiniones. Y lo propio con Trump, habla y acusa a Zelenski de estar promoviendo la Tercera Guerra Mundial. Pues a lo mejor es así, pero no por culpa de Zelenski. ¿Y Europa?. Pues pachorreando. Europa debiera unirse, en serio, y alzar la voz con autoridad. Seguro que si así fuese toda esta historia quedaría en nada.

Y ya para finalizar, no tengo más remedio que volver al espectáculo de ayer. Reunión televisada, para que el mundo comprobase la “fuerza y el dominio” de Trump. No me cabe en la cabeza de verdad. Le he dado muchas vueltas desde ayer y se me ocurre un ejemplo que quizás pueda expresar bien la bajeza de lo ocurrido. Es como si yo, en mi consulta médica, televisase las consultas en cuestión. Atentaría contra el derecho a la intimidad, pero es que además, ¿donde se ha visto que una reunión tan importante entre Presidentes se celebre ante todo el que la quiera ver?. Indigno y denigrante, otra vez. A la vista de ésto se me ocurre pensar que quizás el ínclito Zapatero era vidente y por eso no se levantó ante la bandera americana en el desfile del Día de las Fuerzas Armadas.

Que Dios nos pille confesados, como se dice habitualmente. Y ánimo Zelenski, no cedas, estoy seguro de que toda Europa te apoyará.

Jesús Devesa


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