Pues sí, pero no. Me refiero a la tragedia vivida y que se vive en la Comunidad Valenciana y algunas otras zonas de España con motivo de esas inundaciones que se han llevado cientos de vidas y destrozado el presente y futuro de miles y miles de ciudadanos de esos territorios afectados por esa DANA mortal.
¿Por qué planteo esa aparente contradicción entre el Sí y el No respecto a la culpabilidad del Presidente valenciano?. Pues porque Mazón pecó de ingenuo pero también de irresponsable. En una situación como la que se estaba viviendo y se iba a vivir no parece tener mucho sentido el que el Presidente valenciano se hubiese ido a comer tranquilamente, largo almuerzo por cierto, con una periodista a la que pretendía ofrecerle la Dirección de la Televisión valenciana. No era el momento, no había urgencia para ello y sí la había para estar presente en el Comité de Crisis o como se llame, y al tanto de lo que ocurría o podía ocurrir y poner en marcha los mecanismos de respuesta y prevención que evitasen las pérdidas de vidas, en la medida de lo posible, y los previsibles daños materiales. Tampoco tiene sentido el que después, cuando la tragedia ya estaba alcanzando su punto culminante, se escudase en respuestas a la prensa sin mucha coherencia.
Pero, ¿por qué no tuvo la culpa Mazón y quién la tuvo entonces?. Evidentemente no soy ni periodista, ni meteorólogo, ni experto en crisis o legislación sobre cómo actuar ante eventos de este tipo, pero sí creo tener sentido común y sí he leído informaciones aparentemente veraces que minimizan la culpa de Mazón.
Se sabía desde dos días antes lo que estaba por llegar y lo que podía ocurrir. Lo había advertido la AEMET, lo había advertido la Agencia francesa de Meteorología y lo sabía el Parlamento. De hecho, a petición del Partido Popular se suspendió, en la mañana de lo que estaba por llegar o llegando ya, la Sesión del Congreso dedicada al control del Gobierno (creo que era así). Y se suspendió por solidaridad con Valencia. Sin embargo, suspendido este acto tuvo lugar otro para que la Junta de Portavoces aprobase la propuesta de cambio en el Consejo de RTVE. Cinismo, una vez más.
Luego llegaron las declaraciones de Sánchez, con el ya famoso “si quieren ayuda que la pidan:..”. Absolutamente indigno. Entiendo que ante una situación como la que se estaba viviendo o comenzando a vivir debiera de haber sido el propio Presidente el que decretase un Estado de Emergencia Nacional, pero no, no lo hizo, aunque curiosamente sí lo había hecho (Estado de Alarma) cuando la pandemia de COVID-19 que produjo unos 150.000 fallecimientos en toda España. Curioso, ¿no?. Máxime cuando el propio Gobierno con el inefable Ministro de Sanidad y su asesor áulico Fernando Simón, habían minimizado lo que estaba por llegar (una o dos víctimas, como mucho, según Simón). Y más aún cuando en el propio Congreso de los Diputados el propio Sánchez gritó (si es que sabe gritar): “Viva el 8 de Marzo”. Un 8 de Marzo en el que una manifestación feminista encabezada por la esposa de Sánchez y las ministras del régimen, produjo 25.000 contagios directos de COVID (entre ellos la propia “Presidenta”, ministras que por cierto se hospitalizaron en los hospitales privados que tanto combaten, y sabe Dios cuántos miles de contagios y muertes posteriores. Un auténtico disparate que en su día ya comentamos.
¿Por qué entonces no se decretó urgentemente la Emergencia Nacional cuando comenzó la tragedia de esta DANA?. Quizás la explicación radique en un comentario que he leído, por tanto desconozco si es o no cierto aunque tiene todos los visos de que lo sea, hecho por una Ministra (caracterizada por sus continuos disparates de palabra y obra), diciendo: “Este es nuestro momento”. ¿A qué se refería?. Pues la respuesta parece lógica a tenor de lo ocurrido después y la manifestación de ayer contra Mazón y el Gobierno de la Generalidad Valenciana. Dejemos que caiga Mazón, que todos se vuelvan contra él, que caiga el PP, y con ello se olvidarán los líos de corrupción y mentiras que afectan al Gobierno de la Nación.
Posiblemente, y son suposiciones mías, ese comentario estaba ya en relación con el cúmulo de disparates logísticos que fueron llevando paulatinamente al desastre brutal. La Confederación Hidrográfica del Júcar y sus no avisos, al parecer, el no envío inmediato de fuerzas especiales que reforzasen la lucha contra las aguas salvajes y salvasen la vida de cientos de ciudadanos, las mentiras de las comunicaciones no efectuadas. ¿A quién le cabe en la cabeza que una ministra de Transición Ecológica no actuase y comunicase desde el primer momento lo que iba a ocurrir y lo que estaba ocurriendo?. Cuatro llamadas perdidas, dice la ministra. Muy bien, pero si esas llamadas no obtienen respuesta, caso de que efectivamente se produjeran, ¿no sería lógico el haber alertado por otros medios y a otros altos cargos que pudiesen actuar?. Y luego el SMS, pero ya a las 8 y pico de la tarde del día fatídico, cuando todo estaba ya perdido. ¿Cuál es el sentido y la lógica de todo esto?. Quizás, de nuevo, la frase de “Este es nuestro momento”.
No voy a extenderme más, porque toda la información que tengo procede de lo que dicen los medios, algunos de forma absolutamente indigna y vergonzosa; no hace falta aclarar quienes son. Pero sí quiero decir, porque eso sí lo ví en TV y se ha repetido hasta la saciedad, que el Presidente del Gobierno actuó de forma cobarde cuando visitó con los Reyes la desolada Paiporta. No sé si llegó a cinco minutos su estancia en esa localidad antes de que huyese con cara de dolor, dolor producido, según el ministro Marlaska y determinados medios de comunicación escrita y visual, por un palo que le había alcanzado en la espalda. Mentira, la secuencia aislada de las imágenes muestra claramente que el palo como mucho le roza el abrigo, o quizás ni eso. Pura cobardía ante los abucheos e insultos que recibía. Qué diferencia con el Rey que aguantó a pie firme, como su esposa y el propio Mazón.
Y ya el colmo, la manifestación de ayer tarde. Inicialmente esbozada contra la mala gestión de Mazón (¿Y el Gobierno de la Nación?), acabó convirtiéndose en una proclama que no tenía nada que ver con la DANA y sus efectos e incluso acabó como las manifestaciones de 2017 en Cataluña, a palos y destrozos. No en balde la mayoría de los convocantes eran asociaciones procatalanistas…, Valencia es catalana ¿de verdad?.
No sé a dónde va este país, pero en mis 78 años de vida jamás he presenciado o vivido tanto disparate, mentira, corrupción y cinismo. Quizás con la excepción de la triste etapa de los asesinos de ETA.
Y para acabar, ¿llegarán las ayudas prometidas por el Gobierno o pasará como con el Volcán de LA PALMA, donde todavía hay muchos viviendo en contenedores?
Pobre España, quién te vió y quién te ve.
Jesús Devesa