Hoy Día de Todos los Santos quiero proponer a todos los españoles, incluidos aquellos que niegan serlo, que firmen un escrito dirigido al Santo Padre Francisco para que al fallecimiento de Pedro Antonio (que Dios quiera tarde en producirse por el bien de nuestro país, así como por su progreso y convivencia) eleve a los altares a Pedro Antonio quien desde entonces pasaría a ser Beato Pedro Antonio primero y San Pedro Antonio unos años después. Quiero proponer también que tras ese momento en el que se convierta en Beato y Santo lo que ahora se conoce como La Moncloa pase a ser una Catedral o Basílica en la que permanezca, incorrupto por supuesto, el Beato o Santo para que pase a la historia de nuestro país de forma que los españoles (y los que dicen no serlo) puedan acudir a venerarle y pedirle favores en la seguridad de que como Beato o Santo no les va a mentir ni cambiar de opinión.

Así que si todo sale como espero y deseo el Día de Todos los Santos será también el Día de Pedro Antonio. Con ello, además, los comerciantes de flores saldrán ganando porque aumentará la venta de rosas y claveles, lo que permitirá que este país continúe la senda de progreso que Pedro Antonio (perdón por no llamarle aún Beato o Santo) inició. Incluso sería deseable que ese día en la citada Catedral o Basílica se bailasen sardanas o aurreskus frente al corpus incorruptus del citado Beato o Santo.