No es conveniente estar solo…


Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la soledad puede incrementar en un 56% el riesgo de sufrir un ictus, algo que representa uno de los mayores desafíos para la salud en el mundo entero. La OMS afirma que la soledad representa una de las mayores preocupaciones en lo que es la salud a nivel mundial, ya que afecta a una serie de aspectos de lo que se considera como salud, bienestar y desarrollo. De hecho se considera y así se ha advertido por las autoridades sanitarias norteamericanas de que los efectos mortales de la soledad son equivalentes a lo que significa fumar 15 cigarrillos diarios.

Era ya conocido por estudios previos que la soledad representaba un mayor riesgo de desarrollo de enfermedades cardiovasculares, pero ahora, según el estudio llevado a cabo en la Universidad de Harvard, se ha visto por vez primera la existencia de una clara y marcada asociación entre lo que significa el sentimiento de soledad y el riesgo de que se produzca un ictus a lo largo del tiempo.

Los investigadores descubrieron que los adultos mayores de 50 años que sufren una soledad crónica tienen un 56% de posibilidades mayores de sufrir un ictus, durante varios años, que la población que no se encuentra o siente sola.

El estudio utilizó datos obtenidos entre 2006 y 2018 en la Universidad de Michigan en 12.000 personas retiradas de la vida laboral mayores de 50 años, los cuales fueron interrogados a lo largo de cuatro años acerca de sus sensaciones respecto a la vida que llevaban, sentimiento de soledad o soledad real y en base a las respuestas obtenidas y el sufrimiento de un ictus en años posteriores se estableció ese concepto que asociaba claramente a la soledad o sensación de padecerla con la aparición de ese ataque cerebral. Algo que, como ya se dijo inicialmente, representa un claro problema sanitario mundial.

De momento dejémoslo aquí, sin entrar en las causas bioquímicas que llevan al ictus en la persona que vive en soledad o presenta ese sentimiento, pero creemos que el conocimiento de este hecho es de suma importancia para la salud presente y futura de tantos mayores. Es fácil y socialmente necesario luchar contra ello y prevenir la patología que puede desarrollarse pero hay que ponerse a ello, máxime en las condiciones actuales de vida en nuestro país y otros muchos.

Jesús Devesa


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