¡¡¡ Hasta las narices ¡¡¡


No es una expresión demasiado correcta, más bien lo es vulgar pero es lo único que uno siente ante todos los disparates, tonterías, chulerías e incompetencias que se ven, escuchan o leen desde hace ya demasiado tiempo en este país que un día fue grande y por el que muchos, entre los que me incluyo por supuesto, hemos trabajado con gusto a lo largo de toda nuestra vida.

Aunque esto mismo se podría haber escrito ya unos años atrás lo de ahora viene a cuento por lo que hoy mismo he leído respecto a la proposición de nuestra «insigne» Vicepresidenta respecto al uso del catalán, vasco y gallego en el Congreso de los Diputados. Algo lógico, está claro, pues como ella misma afirma «somos un país de países». La pregunta que cabría hacerse ante esta afirmación es: ¿cuáles son esos países?. La respuesta es lógica, no existen, pese a que muchos por intereses de todos tipos estén de acuerdo con ese planteamiento. Veamos: Cataluña, un país. ¿Con identidad propia?. Más del 50%, probablemente, de los habitantes de esa Comunidad, son procedentes de Galicia, Andalucía, Extremadura, Castilla… ¿Cuál es su diferenciación étnica?. Probablemente ninguna, y ello es fácil de deducir si analizamos los apellidos, algo claramente diferenciador, de los habitantes de esa Comunidad. Por ejemplo, su Presidente: Pere (de Pedro) Aragonés. ¿Es el apellido Aragonés catalán?. Sinceramente no lo creo. Otro ex-presidente: Montilla. ¿También catalán?. Rufián: ¿étnicamente catalán?. ¿Y los 500.000 musulmanes que, según dicen, viven en Cataluña, son catalanes?. ¿Etnicamente distintos al resto de los españoles?.

Cataluña quiere ser independiente porque «España nos roba» y que «se ponga fin a la represión». A la ilustrada Vicepresidenta y similares todo ello le parece muy bien porque al fin y al cabo los 80.000 millones de deuda que Cataluña tiene «son culpa del robo efectuado por España» a lo largo de una serie de años. Se olvidan de las Embajadas catalanas en el extranjero, de lo que España le dio a esa Comunidad, ya desde el franquismo. En fin, no vale la pena insistir en el tema, pero sí recordar la prohibición de rotular en castellano, de enseñar en castellano, etc. Algo que sin duda es de gran utilidad, al fin y al cabo el español solo es hablado por unos 600 millones de personas en el mundo (probablemente más), pero da igual. Y en este sentido me viene a la memoria algo que viví personalmente hace unos años ya en la Universidad Autónoma de Barcelona. Formaba parte de un tribunal de una oposición a Profesor Titular o Catedrático (no lo recuerdo) de una Facultad de esa Universidad. El Tribunal estaba compuesto por un Presidente, Catedrático de esa Universidad, otros dos profesores de la misma, un Catedrático de Extremadura y yo mismo, Catedrático en Santiago de Compostela. La noche anterior al comienzo de la Oposición el Presidente del Tribunal nos invitó a cenar al otro Catedrático de Extremadura y a mí mismo. Una cena muy cordial en la que, ya hacia los postres, nos dijo que tenía especial interés en que entre los 12 o 14 opositores que se presentaban nombrásemos a una ayudante suya. Lógico. Ahí quedó la cosa, la sugerencia era clara y el motivo de la cena también. Al día siguiente comienza la Oposición y para mi sorpresa cuando la «recomendada» del Presidente del Tribunal comienza la exposición de su currículum y trabajos de investigación realizados, lo expone todo en catalán, de principio a fin. Llega el turno de preguntas y los miembros catalanes del Tribunal lo hacen en esa lengua. Cuando llega mi turno textualmente le dije: «Estoy aquí nombrado por el Ministerio de Universidades, español, para designar un profesor entre los que se presentan. Usted se ha expresado en un lenguaje que no entiendo, que no se corresponde con la Universidad española, por tanto desde este momento la veto para continuar opositando». El revuelo fue tremendo, la cortesía se acabó, y el Catedrático de Extremadura subscribió mi veto. ¿Resultado?. La Oposición finalizó sin nombramiento alguno pese a que entre los otros aspirantes había varios cualificados para el puesto, pero los tres miembros catalanes del Tribunal se opusieron. En realidad, la aspirante elegida por el Presidente podría haber sido escogida porque eran tres votos a favor contra dos en contra, pero ante la posibilidad de una denuncia la Oposición quedó desierta. Así se escribe la historia.

¿País Vasco?. Pues de ahí parten parte de mis raíces, pero igualmente en ese país hay cantidad de gallegos trabajadores, como los hay de otras Comunidades. En fin, estamos en lo mismo, aunque en este caso sí creo que étnicamente el pueblo vasco tiene unas raíces distintas a las del resto de España. Pero lo mismo pasaba en Galicia, hasta que llegaron, hace ya años, muchos procedentes de Cataluña para producir conservas de pescado, otros del País Vasco (eran vascos los que cuando era adolescente me enseñaron a jugar al frontón), a trabajar o, posteriormente, a huir de las amenazas y extorsiones de ETA.

En fin, qué fácil es olvidar y tergiversar, máxime cuando como ocurre con la ilustre Vicepresidenta no parece haber muchas luces que se enciendan en su cerebro al pronunciar discursos («Autoridades y Autoridadas»), o hacer propuestas como la que acabo de exponer. Sí hay luces para traicionar a los que la ayudaron a trepar: Beiras, Pablo Iglesias, por poner solo dos ejemplos bien conocidos, aunque hay más.

En fin, será un placer el ver las discusiones en un Congreso multilingüe, la gran mayoría no se enterará de lo que se propone o dispone y el país seguirá yendo hacia abajo, más aún de lo que lo viene haciendo desde hace unos años. Pobres nietos….


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *