Harto de un País que ya no lo es


Hoy tuvo lugar el primero de los 100 actos oficiales (?) conmemorativos de los 50 años de la muerte de Franco. Todo un homenaje, aunque en realidad no es más que una tapadera para desviar la atención del progresivo derrumbe de lo que antaño, hace ya más de 50 años, era un país de verdad.

No viví la guerra civil, por suerte, pero nací 7 años después de finalizada ésta. España estaba sumida en la miseria pero poco a poco, con esfuerzo, ilusión, alegría y ganas de trabajar, se fue levantando gracias al trabajo de nuestros padres y al de los que les seguimos, hoy ya jubilados en su mayoría. E inevitablemente, ante lo que hoy se puso en marcha, no puedo evitar el comparar el pasado de mi infancia, mi juventud y mi madurez, con lo que es la vida en la España (si se le puede llamar así) actual.

Indudablemente en mi época pasada hubo injusticias, seguro, hubo órdenes dictatoriales, también seguro, pero había algo muy importante de lo que hoy carecemos: interés por saber, por aprender e interés por trabajar para vivir. Igual estoy equivocado con estas manifestaciones, porque lo que yo viví creo que era progresismo, interés por avanzar, pero a ello, actualmente se le llama fascismo o ultraderechismo o quién sabe qué. En mi época había censura, seguro, a la prensa, a los medios, pero ahora también la hay o se pretende que la haya. En mi época había corrupción, seguro, pero ni de lejos creo que alcance tanto ni a tantos como a los que hoy alcanza.

Todo se ha desvirtuado, actualmente, sin necesidad y con un solo objetivo, objetivo meramente dictatorial. Y hoy se presume de progreso, cuando debiera de presumirse de retroceso, porque retroceso es el que, por ejemplo, se pretenda “marcar” a los médicos que no accedan a realizar abortos. ¿Cómo se entiende y compagina el aborto con el progresismo?. El feto es un ser vivo, ya desde etapas muy tempranas, a los 28 días de gestación ya está organizado somáticamente, prácticamente igual que lo estará un adulto, aunque su diferenciación total no ocurrirá hasta los 11 años, más o menos. Por tanto si practicamos un aborto estamos realizando un asesinato, matando la vida; pero eso hoy solo se penaliza para determinadas situaciones, y si los asesinos eran etarras no solo se les penaliza si no que se les homenajea. El mundo al revés. Cierro es que hay ocasiones en las que el aborto es necesario y como tal lo apoyo: malformaciones fetales o situaciones en las que se ponga en riesgo la vida de la madre. ¿El resto?. Asesinato, con todas las letras. Algo que, además, va envejeciendo al país, con lo que aumenta el número de jubilados y prestaciones y disminuye la mano de obra. Pero ésto tiene fácil solución aumentemos la llegada de inmigrantes, aunque sean ilegales, y lleguen a expensas de mafias organizadas y sean acogidos por ONGs, que perciben unos muy buenos ingresos por ello. ¿Por qué no traemos inmigrantes legales de países latinoamericanos que, en el fondo, llevan también nuestra sangre y nuestras costumbres?. Quizás la explicación radique en que los españoles conquistaron América para expoliarla y destruir a los aborígenes. ¿No es así señor Urtasun, o señor López Obrador y tantos otros que hablan por hablar?. Conozco bien Latinoamérica, tengo muchos amigos en aquellos países y sé, porque lo he visto, la gran obra que la colonización llevó a cabo donde solo había primitivismo e incluso canibalismo. Las Universidades, la formación, la cultura…, todo lo que España dejó en América y que hoy se repudia por una serie de ignorantes.

Antes, en mi época, solo había dos sexos, hombre y mujer. Hoy hay, en este país que antes se llamaba España, al menos, treinta y tantos o eso dicen. Y claro es muy fácil, porque así se ha estipulado u ordenado, que el que hoy siendo hombre decida ser mujer pueda conseguirlo sin más que afirmarlo en el Registro Civil, y al revés. Y el hombre, ya mujer, puede entrar en los baños femeninos, ducharse con las mujeres, o competir con ventaja ya no solo en el aspecto deportivo si no también en Oposiciones en las que el primer o los primeros puestos están asignados para mujeres (aunque genéticamente no lo sean). Y todo tiene que ser paridad, lógico ¿no?, aunque la paritaria o las paritarias no tengan cualificación suficiente e incluso carezcan de ella. Soy, siempre lo fuí, un ardiente defensor de las cualidades de la mujer, pero todo tiene un límite y no pueden existir imposiciones, pero las hay. En mi época no las había, y así en los 60 entre los 400 o 500 que empezamos Medicina casi la mitad eran mujeres, pero porque se lo habían ganado no porque nadie lo hubiese impuesto. Lo mismo pretenden hacer con las becas, no serán para quienes las hayan ganado por méritos, si no para los que no tengan recursos (eso está bien), aunque hayan suspendido, ¿es lógico?, sí, desde el punto de vista progresista de quien vivió del cuento y la desfachatez toda su vida y ahora recorre la calle Serrano día sí y día también en busca de las más caras (y disparatadas) vestimentas.

No viví la Guerra Civil, como dije, pero ésta no fue el producto de un golpe militar a la democracia, como se repite una y otra vez y ahora se conmemoran los 50 años del fallecimiento del general que salvó a España del caos, los asesinatos masivos por el mero hecho de ser católicos o tener una ideología distinta. Esas fueron las verdaderas razones, al menos así me lo contaron, de niño y adolescente, quienes padecieron alguno de esos fusilamientos o torturas en checas de miembros de su familia. Y hablo con el conocimiento porque al hermano mayor de mi padre le asesinaron el 19 de agosto de 1936, a sus 27 años, por el mero hecho de ser socialista y galleguista, y quien le asesinó fue un fanático falangista, pero también en mi familia hubo asesinatos por parte de los discípulos de Indalecio Prieto, auténtico promotor de la Guerra Civil, simplemente por ser católicos. Y ahora volvemos a las andadas…, ¿qué gracia tiene la mamarrachada de esa LalaChus, o como se llame, en las campanadas de Fin de Año?. ¿Se atrevería a hacer lo mismo con una representación del Islam?. Me gustaría verlo, o más bien no, como tampoco ví lo otro.

Y recibimos como exiliado al que, según las actas, fue elegido mayoritariamente como Presidente de Venezuela, pero el Gobierno no le reconoce como tal, quizás para no enemistarse con el psicópata gobernante actual de Venezuela. No hay más que ver las dudas incoherentes que expresó en una reciente entrevista el supuesto mediador de la diplomacia venezolana, el ilustre ex-Presidente Zapatero, para entender el por qué el Gobierno rehusa pronunciarse en este sentido.

Todo es un disparate, una trampa, miles de asesores (?) públicos para que el gasto público se dispare en millones de euros diarios. Cada vez va todo peor, transportes, carreteras, energía, moral, asesinatos, violaciones, bandas callejeras, drogas, fiestas multitudinarias de una semana sin que la policía pueda intervenir, “ocupaciones e inquiokupaciones”, inflación, coste de los productos básicos, ¿para qué seguir?. Y todo para que fraudulento y mentiroso (aunque quizás todo se deba a que la mente le de vueltas y más vueltas y hoy diga B cuando ayer dijo A para lo mismo, y mañana dirá C), siga viviendo a todo trapo y rodeado de falsos aduladores que, como se viene demostrando, inapelablemente van entrando en el mundo de la corrupción. Si ese dinero, fraudulento también, se destinase a la formación, sanidad, servicios públicos, etc, otro gallo nos cantaría. Mientras tanto celebremos, con dinero público, los 50 años de la muerte de Franco, y olvidémonos de las Universidades que financió, los Hospitales que construyó, el Instituto Nacional de Industria, el Instituto de la Vivienda Pública (180.000 iba a construir Don Pedro, ¿no?), y sigamos pensando que la Historia miente, que Cataluña siempre fué independiente, al igual que las Provincias Vascongadas, y que el pasado nos lo contaron de una forma que no era real. Y no hablemos del Fiscal General, o del maestro operístico, o la señora catedrática ni, por supuesto, del corpulento Koldo y sus amigos de Cerdeña (¿o Cerdania?) y Abalonia.
Es una pena que hoy no sea el Día de los Santos Inocentes….

Jesús Devesa


2 respuestas a “Harto de un País que ya no lo es”

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