Vamos de mal en peor, día a día se suceden los disparates gubernamentales y día a día nuestro país cae más y más en picado en todos los sentidos y a todos los niveles. Cualquiera que siga la actualidad puede entender fácilmente a qué me refiero y en realidad no haría falta comentarlo porque está en la mente, pero también en la boca, de todos. De todas maneras no puedo evitar el comentar todo lo que está ocurriendo y estamos padeciendo, no como político que no lo soy pero sí como persona.
Comencemos por la «okupación». Raro es el día en el que no aparece una noticia en la que se refleja el sufrimiento de una persona a la que le han «okupado» su propiedad. Hoy en concreto se puede leer la «okupación» de un chalet en Mallorca por parte de una familia que, además, alardea de ello. O la situación de un señor de una edad ya avanzada que tiene que vivir en una furgoneta porque su domicilio, del que tiene que pagar hipoteca, electricidad y gastos generales, ha sido «okupado» desde hace ya un tiempo por otras personas. Y como estos dos casos, de ahora, hay cientos en este país sin que quien puede hacerlo le ponga remedio. ¿Es tan difícil el promulgar una ley que impida estos hechos y que permita que los «okupantes» de una vivienda que no les pertenece y por la que no pagan absolutamente nada sean desalojados en horas?. ¿Es tan difícil el sancionar fuertemente a los que ya en las redes describen cómo «okupar» un domicilio ajeno sin riesgo alguno?. Pues parece que sí porque esas situaciones se repiten día tras día. Y si intentas desalojar a los usurpadores resulta que eres tú el que delinque y te pueden sancionar incluso con pena de cárcel. Al menos esto es lo que afirman aquéllos cuya vivienda ha sido usurpada sin riesgo alguno para los usurpadores. Incluso, y hace unos pocos meses que lo conocimos, un anciano que en la noche vió a un intruso en el terreno de su propiedad, listo para acceder a su domicilio en el que dormía solo, salió con una escopeta y disparó dos tiros que acabaron con la vida del asaltante. ¿Resultado?: prisión para el supuesto asesino quien solo pretendía evitar el asalto a su domicilio y/o a su persona. Curioso y triste el resultado porque recuerdo que un policía al que hace unos meses le pregunté qué hacer en caso de que alguien pretendiese entrar en mi domicilio, a robar o quién sabe qué, me respondió: «Mátalo, para que si resulta herido no pueda declarar mintiendo en tu contra». Bueno, pues a la vista de lo que acabo de narrar parece claro que no sería esa la defensa ante un intento de robo, o asesinato u «okupación». Estas situaciones no parece que puedan extrañarnos ya que en este país hay un partido político, que por cierto tiene diputados en las Cortes, que promovía y defendía la «okupación». Está claro y así debe ser que todo el mundo tiene derecho a una vivienda en la que alojarse, y está también claro que el estado de pobreza a la que la política de despilfarros gubernamentales nos ha llevado produce el que cada vez más haya familias o inmigrantes sin una vivienda en la que hacer su vida. Pero ¿quién debe solucionar todo ésto?. Pues, en mi opinión, el Estado, el Gobierno. De hecho el Presidente actual prometió hace ya más de un año, si no recuerdo mal, la creación de 100.000 viviendas, pero esa promesa se sigue repitiendo sin que se haga realidad. Mientras tanto se crean puestos de funcionarios, asesores, se hacen viajes costosos e innecesarios, se pagan sueldos desmesurados y sin sentido, se derrocha y derrocha sin cesar. Pero ¿viviendas?, ni una. ¿»Okupación»?, toda. ¿Hasta cuándo?.
Ojalá fuese este el único problema por el que nuestro país está sufriendo, y digo ojalá por decir algo ya que no quiero ocultar la gravedad de esa situación. Pero claro todo ese disparate se entiende si analizamos lo ocurrido en los últimos días. Se ha creado un conflicto con Argentina, país amigo que cuando España estaba aislada del resto del mundo, tras la Guerra civil, fué el único que enviaba toneladas y toneladas de carne, entre otras cosas, para que una gran mayoría de los españoles no se muriesen de hambre. Y curiosamente en aquella época en Argentina gobernaba Perón, populista, y en España Franco, fascista según dicen. Así se escribe la historia, una historia que, entre otras muchas, la Ley de Memoria Histórica olvida o desconoce. Pues bien, pese a lo que Argentina siempre fué para España y viceversa, ahora nos encontramos con que las relaciones entre ambos países están prácticamente rotas o a punto de hacerlo. ¿Cómo se explica?. Pues no hay forma de explicarlo, al menos desde un punto de vista lógico. Todo viene de que el actual Presidente argentino, alguien un poco extravagante en mi opinión pero recientemente elegido democráticamente, pronunció en su visita a España hace unos días una frase poco afortunada refiriéndose a la esposa de quien es nuestro Presidente, pese a que no ganó las elecciones aunque él se empeñe en afirmar lo contrario. La respuesta gubernamental fué inmediata, el inefable Ministro de Exteriores, en horas, llamó «a consultas» al embajador de Argentina en España y retiró de forma definitiva, según dijo, a la embajadora española en Buenos Aires. A mayores, según se dice, se habló con los empresarios españoles con intereses (empresas) en Argentina para que saliesen en defensa de la esposa del Presidente. ¿Alguien cree que todo esto tiene una lógica, tiene sentido?. Entiendo que el Presidente español se hubiese sentido molesto ante el comentario desafortunado de su homólogo argentino, yo lo estaría también si alguien comentase algo así sobre mi esposa, pero trataría de resolverlo de tú a tú, nunca con una respuesta de Estado ya que al fin y al cabo la esposa del Presidente español no tiene ningún papel institucional, por tanto no se puede involucrar al Estado en una cuestión que afecta solamente a una ciudadana, lo que es al fin y al cabo. De hecho, como consecuencia de todo esto lo que se consiguió, de momento, es que a nivel mundial se conociese lo que no deja de ser una vergüenza para nuestro país y así se manifestase, en los más importantes diarios de los más importantes países e incluso en comentarios de políticos extranjeros. Una auténtica vergüenza. Pero hay más, lo que en mi opinión y en la de otros muchos, lleva a que lo ocurrido sea aún más vergonzoso. ¿Qué es ese más?. Pues en principio el hecho de que cuando el Presidente argentino tomó posesión de su cargo, hace unos meses, el Presidente español envió al Rey a dicho acto sin acudir él también. Una auténtica descortesía ya que sí fué a otros actos similares, pero además ni siquiera le felicitó. Y no solo eso, pocos días antes de que el Presidente argentino viniese a España el Ministro de Transportes de nuestro país en un acto de partido comentó, con la facilidad de palabra que le caracteriza, que el Sr. Milei en un acto en el que hablaba debió de haber consumido «sustancias» por la forma de expresarse. Es decir dió a entender que el Presidente argentino era un drogadicto. Lo curioso es que cuando hacía esas reflexiones, nuestro Transportista nº 1 dijo que el Sr. Milei había consumido sustancias «antes o después.» Fantástico, gracias a esa interpretación hemos descubierto que uno puede disparatar pensando, supongo, en que después de hablar va a consumir. De todo ello también se hizo eco la prensa mundial, sobre todo la argentina, pero nuestro insigne Transportista ni siquiera se disculpó ante el Presidente argentino, aunque sí hizo unas declaraciones posteriores en las que decía que quizás sus palabras no habían sido dichas en el lugar adecuado (un acto de partido…). Tendría que aclarar cuál debiera ser el lugar adecuado para insinuar que una persona a la que no conoces es drogadicto.
Habría mucho más que decir, pero por ahora me limitaré a comentar otro disparate, en este caso pronunciado públicamente por la conocida como Lady Cohete, tras afirmar meses atrás que los ricos de este mundo estaban preparando su huída de la Tierra en cohetes espaciales. Todo el mundo conoce a esta señora por sus brillantes ideas y expresiones geniales, así como por el uso del algoritmo MAX en su Ministerio, por ella desarrollado según afirma. Me refiero, por si a pesar de todo alguien desconoce quien es esta señora que en un acto público comienza diciendo «Autoridades y Autoridadas» entre otras muchas incongruencias, a Doña Yolanda Díaz, comunista reconocida que a los 4 años lloró de emoción cuando, según dijo, Santiago Carrillo le dió un par de besos. Pues bien, tras el anuncio ayer del Presidente español de que el próximo 28 de mayo España reconocerá a Palestina como Estado (mientras los pobres saharauis siguen confinados en Argelia ya que el mismo Presidente le regaló su tierra, el Sahara, a Marruecos), algo que el grupo terrorista Hamás le agradeció de todo corazón, la Sra. Díaz, Vicepresidenta segunda del Gobierno de España, se hizo eco de esta noticia afirmando que el nuevo Estado Palestino abarcará del río al mar, lo que significa que Israel desaparecerá. No deja de resultar chocante el que una señora que se etiqueta como comunista actúe como los nazis destruyendo al pueblo judío. Pura incongruencia ya que comunismo y nazismo fueron y son incompatibles. Claro que esa afirmación destructora puede deberse a un desconocimiento de la geografía de Israel, lo que no sería de extrañar. Se puede ser muy experta en el desarrollo de algoritmos y desconocer la geografía mundial. Lo triste es que mientras se hacían esas afirmaciones, reconocimiento de un Estado y extensión de ese Estado, se hace público un video en el que se muestra como un grupo de fanáticos ignorantes que gritan como energúmenos mientras maltratan y dicen que van a embarazar a 5 jóvenes mujeres israelíes a las que capturaron en su ataque terrorista del 7 de octubre de 2023 a Israel.
Bueno, pues así vamos, de mal en peor. Y que conste que este no es un pseudomedio digital propagador de bulos que enfangan, si no escritos producto de reflexiones basadas en hechos reales.
Jesús Devesa