Consummatum est…


Cualquiera que lea ésto puede entender que el título se refiere al vergonzoso hecho ocurrido ayer en el Congreso de los Disputados de España, tras la aprobación de la Amnistía a los condenados o pendientes de juicio por los lamentables acontecimientos ocurridos en Catalonya en 2017. Y utilizo la palabra vergonzoso por no emplear términos mucho más duros que, sin duda, reflejarían mucho mejor lo lamentable de lo sucedido, no sólo por dicha aprobación, si no por los comportamientos carentes de dignidad y educación vistos y escuchados ayer en el citado Congreso.

No tengo nada contra Cataluña ni los catalanes, salvo el desconocimiento intencionado que muchos de ellos hacen de lo que la historia de nuestro país refleja. Hablan de represión, ¿qué represión me pregunto?, de robo, ¿a qué robo se refieren cuando millones de españoles hemos soltado dinero a mansalva para atender al beneficio de una Comunidad en detrimento de otras muchas, entre las que se incluye ésta, Galicia, en la que he tenido la suerte de nacer. ¿Se referirán tal vez al robo de millones y millones de pesetas primero y euros después llevado a cabo por ínclitos personajes de la Generalidad y organismos similares?. Después volveremos sobre ello, pero por desgracia una vez más nuestro insigne Presidente ha vuelto a mentir (debe ser un problema genético, si no es inexplicable tanta y tan continuada mentira), ya que en innumerables ocasiones afirmó en mitines, prensa, entrevistas en TV, étc, que «jamás concedería la amnistía a los que cometieron los indeseables actos de todo tipo de destrozos urbanos, agresiones a la policía, acoso a los que no estaban de acuerdo con lo que se planteaba desde los altos cargos de la Generalidad…», no sigo porque todos lo vivimos y conocimos, incluído nuestro mentiroso Presidente y sus igualmente mentirosos ministros (no creo que todos pero sí los más significados). Y todo por conseguir el mantenerse en un puesto gobernante que no les correspondía de acuerdo al resultado electoral. Una auténtica vergüenza. Y para colmo la desfachatez, o el miedo, del R. Sánchez, ausente en todo el debate en el que por 5 votos se aprobó esa Amnistía que, según dicen los expertos, es, a mayores, anticonstitucional. Ausente de la sala en todo el debate y hablando en su nombre, en defensa de esa Ley, un diputado de su partido al que nunca, creo, hemos visto en la tribuna de oradores, cuando por lógica y dignidad debiera haber sido el propio Sánchez el que defendiese su proyecto del que tantas veces había renegado o negado públicamente. Pero no, tan solo apareció en el momento de la votación. Cobardía e indignidad, fango y más fango como él mismo, y sus secuaces, no paran de repetir últimamente refiriéndose a los que tienen bastante más criterio y dignidad que él. En realidad no deberíamos de sorprendernos de esta ausencia en la defensa de esa Amnistía por él promulgada, ya que lo mismo hizo en el debate de investidura del ganador de las elecciones de 2023, el Sr. Feijóo. En lugar de plantarse él en la Tribuna de oradores, como sería lógico, envió al que calificó de drogadicto (al menos eso dió a entender con sus palabras) al Presidente de Argentina, Sr. Milei. Pero bueno, veremos en qué acaba todo ésto ya que en el mismo acto de debate sobre la aprobación de esa ilegal Ley, los representantes de los partidos independentistas catalanes ya afirmaron, desde la propia tribuna, que «ahora procede el referéndum para la independencia de Cataluña».

Y como refuerzo de esa actuación vergonzosa, horas más tarde el mismo Sr. Sánchez en un mitin electoral en Baracaldo afirmó que con esa Ley se restablecía la concordia y la convivencia entre los españoles en una España que, afirma, va económicamente como un cohete. Ignora que la inflación sigue creciendo, que somos ya el país con menor PIB de Europa, y que nuestra deuda se incrementa ya no día a día, si no hora a hora. Por cierto, dicta y aprueba esa Ley a la que tanto había negado y de la que tanto había renegado tras haber firmado en 2017, apoyando al partido gobernante, el mismo que ganó las últimas elecciones, la aplicación del artículo 155 de la Constitución para controlar la situación caótica en Cataluña. A mayores ha cometido un fraude electoral, pues dicha Ley de Amnistía, anticonstitucional, no solo no figuraba en sus propuestas pre-electorales de 2023, si no que además, como ya he dicho anteriormente, había negado en múltiples ocasiones el que ni siquiera se pudiese plantear. Todo una auténtica muestra de indignidad y cinismo, tan solo para ocupar el sillón presidencial. Cada día muestra más claramente su auténtica realidad.

Y hablando del debate de ayer pues ¿qué decir?. Groserías, frases fuera de lugar, caras y expresiones de odio (Sr. Pisarello por ejemplo), o sea una muestra clara de que la educación no parece ser la cualidad más representativa de un gran número de los diputados.

Volvamos a Cataluña. Desconozco las razones por las que muchos catalanes se sienten superiores al resto de los españoles (el Sr. Torra quizás definió «muy bien» el por qué de esa superioridad, pero es que además una gran parte de los habitantes de esa Comunidad han nacido en otra parte de España o son descendientes directos de otros españoles. Para muestra un catalanista convencido, Don Rufián, hijo de andaluces que emigraron a Cataluña pero que se siente y actúa como un catalán de sangre azul, o sea auténtico catalán. ¿Y por qué emigraron tantos cientos de miles de españoles a Cataluña?. Pues porque en la época de Franco aquella Comunidad recibía millones y millones de pesetas, procedentes del resto de los españoles, de los que muchos malvivían gracias a todo ello. Ya he contado en este blog el enfado con el que mi abuelo entraba en casa de mis padres a finales de cada mes, o principios del siguiente, ante la orden ministerial de depositar en Bancos catalanes los fondos que por giro postal los emigrantes gallegos en Argentina, Uruguay, Suiza, etc, enviaban para e sostenimiento de sus familias aquí. Mi abuelo era Administrador Jefe de Correos de la Provincia de Pontevedra, con sede en Vigo, por lo que tenía plena constancia de esa realidad y, de hecho, recibió amenazas desde un Ministerio al negarse a cumplir con esos depósitos de fondos gallegos en Bancos catalanes.

No voy a insistir más en el tema. En lo que a mí respecta Cataluña puede independizarse, no me importa en lo más mínimo, tengo amigos catalanes y los seguiré teniendo, pero antes de independizarse que devuelvan todo lo que España les ha dado, aunque solo sea en términos económicos. Y si se independizan no creo que tarden muchos años en ser una nación islámica. Los primeros pasos ya los han dado hace un tiempo.

Jesús Devesa


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *