Aunque a veces nos cueste entenderlo o explicarlo, al igual que a otros muchos les cuesta entender algo que nosotros hacemos, hay ocasiones como la que voy a describir que parecen absolutamente increíbles por supuestamente contradictorias.
En el momento actual es increíblemente grande, y cada día más, el número de personas obesas, no solo en la población del llamado primer Mundo, y es increíblemente elevado, y cada día más, el número de personas, sobre todo mujeres, que acuden a consulta por presentar una marcada obesidad. Obesidad que quieren eliminar y que no es fácil de combatir, en el momento actual, con dietas. Obesidad que representa un importante riesgo para la salud, sobre todo cuando la grasa se acumula en la zona abdominal, ya que esa grasa presenta una gran resistencia a la insulina lo que lleva a una mayor secreción de esta hormona, y conduce a una serie de patologías que van desde el ovario poliquístico a la hipertensión, arterioesclerosis, infartos, ictus y diversos tipos de cáncer.
Ese problema, la obesidad, parece haber encontrado, y de hecho así es, una solución con un sencillo tratamiento inicialmente desarrollado para la diabetes tipo 2: un fármaco llamado semaglutide, que enlentece el vaciado gástrico tras la ingesta alimenticia y progresivamente permite la pérdida de peso graso, algo que se mantiene durante tres-cuatro años tras la suspensión del tratamiento, al menos por lo que se sabe hasta ahora ya que no hace muchos años que el tratamiento salió al mercado. Y salió al mercado para utilizarlo en la diabetes tipo 2, por lo que lo de la disminución de peso y grasa fué una observación casual, ahora ya constatada. Hasta tal punto tiene importancia en la pérdida de peso del paciente obeso que en estos momentos la presentación comercial del fármaco, llamada Ozempic, que la farmacéutica fabricante reporto que el pasado año ese fármaco les reportó unas ventas de 16.400 millones de dólares, siendo el tercer fármaco más vendido del mundo. Hasta tal punto se vendió que hubo rotura de stock y la farmacéutica compró otra empresa para destinar las cuatro naves que ésta poseía a la fabricación exclusiva de ese fármaco y otro nuevo de similares propiedades.
Pero bueno, esto es solo una introducción preparatoria de la sorpresa que ha aparecido en las últimas fechas.
Resulta que se ha venido observando que el tratamiento para perder peso con este fármaco inducía embarazos inexplicables en mujeres infértiles o que incluso estaban ingiriendo anticonceptivos. ¿Cómo es posible?.
Una serie de mujeres que estaban siendo tratadas con Ozempic o Wegovy (el otro fármaco del que hablábamos) y que además ingerían anticonceptivos o que eran claramente infértiles comenzaron a quedarse embarazadas dando a luz lo que ellas llamaban «Bebés Ozempic», no había otra explicación. ¿Cómo es posible este hecho, ya comprobado?. Estos fármacos, del grupo de agonistas de GLP-1 (péptido tipo glucagón, que se opone a la insulina), liberan al ser inyectados una versión sintética del GLP-1 que produce la sensación de «estar lleno» tras comer. El fármaco se une en el organismo al mismo receptor que el glucagón pero se degrada más lentamente en el organismo lo que lleva a una supresión del apetito de una mayor duración.
Bien, ¿y por qué los fármacos tipo GLP-1 pueden asociarse con embarazos inesperados?. El sobrepeso y la obesidad producen en las mujeres alteraciones en el ciclo menstrual causadas por disbalances hormonales e inflamación. El sistema reproductor femenino es muy sensible al estado metabólico del organismo, balance energético y nutrición. Por ello, la pérdida de peso producida por los fármacos citados podría restaurar la ovulación en muchas mujeres obesas. Sin embargo, esos efectos pueden ir más allá de lo que induce la pérdida de peso, ya que en el sistema reproductor hay receptores para GLP-1 que pueden al ser activados ejercer una serie de efectos a ese nivel independientes de lo que la pérdida de peso significa. ¿Pero cómo se explica el que las mujeres que además de recibir estos fármacos están tomando anticonceptivos para supuestamente evitar el quedarse embarazadas y que los fármacos citados puedan inducir efectos negativos en el feto y, sin embargo queden embarazadas?. Pues la explicación parece radicar en que esos agonistas de GLP-1 ralentizan la velocidad de absorcóin intestinal de los anticonceptivos reduciendo ai sal concentración máxima de éstos en sangre en hasta un 66%.
Pero ésta no parece ser la única explicación. En 2013, un investigador de la Universidad de Vigo, Federico Mallo (por cierto ex-alumno mío en Santiago) publicó que en ratas tratadas con GLP-1 se estimulaba la producción de Una hormona hipofisaria, la LH, clave para la ovulación, tanto en ratas como en humanos. Posteriormente, el 20 de mayo de 2024, hace poco más de un mes, un grupo de investigadores chinos publicó en Nature Medicine que habían identificado una bacteria intestinal, llamada Bacteroides vulgatus, que regulaba la producción natural de GLP-1 en ratones, suprimiendo la producción de esta hormona y llevando a la interrupción de la función ovárica en estos animales, algo que se recuperaba cuando se les administraba GLP-1.
En fin, todo un mundo nuevo que abre nuevas perspectivas no solo para combatir la obesidad, si no también para inducir fertilidad en mujeres infértiles, si bien aún queda mucho por conocer.
Así es la Medicina, una continua caja de sorpresas.
Jesús Devesa